sábado, 26 de junio de 2010

Humor Religioso


* Entra la pecosa a la iglesia y se va a confesar:
- Cura: ¿Pecas hija?
- Pecosa: ¡Hasta en el culo, padre, hasta en el culo!

* En el confesionario:
- Padre, me acuso de que cada vez que veo a un hombre me tiemblan las piernas.
- Pero, ¿cuantos años tienes, hermana?
- 84.
- ¡Ah! Entonces no te preocupes, que eso es reuma.

* Va pasando la primavera y aún no ha caído una sola gota. El cura del pueblo tiene la feliz ocurrencia de convocar a todos a una rogativa para pedir la lluvia. Están todos reunidos en el templo y el cura, compungido, no puede por menos que lamentarse:
-¡Ah, hombres de poca fe! Estamos reunidos para rogar que llueva y ninguno de vosotros ha traído el paraguas

* Invitaron al párroco de un pueblo, -que era muy gordo-, a una gran sardinada. Con tanto vino y tantas sardinas, le entraron ganas de mear. Al levantarse para ir al servicio, se le cayó una sardina en la bragueta. Cuando fue a sacar la "pilila" para mear, se equivocó y sacó la sardina, exclamando:
- Cielos, después de más de medio siglo, no solo consigo verme la "pilila", sino que además la veo los ojos.

* ¿Por qué el Papa siempre es hombre?.
-Porque así decimos: "Su Santidad el Papa"; en cambio, si fuera mujer diríamos: "Su Santidad La Mama".

Encuesta:


Pregunta de la semana:

¿Que opinas tú del hecho de que en tiempos de la colonia, la iglesia aya estado muy involucrada en decisiones sobre la Politica en Chile?




Deja tu opinión ya que es muy importante hoy en día, para dejar una huella en nuestra Historia como país . . .

jueves, 17 de junio de 2010

Jesuitas en la colonia

De las órdenes religiosas, la Compañía de Jesús logró, en el siglo XVII, el desarrollo más espectacular y el mayor influjo sobre las autoridades y los pobladores. Para desarrollar su acción religiosa y cultural la Compañía contó con sus propios recursos económicos sobre la base de cuantiosas donaciones que le permitieron acumular una gran riqueza. Según su visión del mundo, "la tierra es un don dado por Dios a los hombres y es un deber cristiano hacerla fructificar con el trabajo".

Tuvieron los jesuitas alrededor de cincuenta haciendas, ganado, siembras, viñas, numerosas industrias: molinos, curtiembres, bodegas elaboradoras de vino, fábrica de cal (La Calera), astilleros (en el Maule), alfarerías; y aun mantenían un comercio de exportación al Perú (sebo, charqui, vinos y aguardientes). Disponían de carnicerías y de las únicas boticas del país. Disponían de unos 1.300 esclavos negros en sus haciendas. Sin duda, los jesuitas pasaron a ser en este siglo la primera potencia económica de Chile.

En el año 1600, por escritura pública, otorgaron los jesuitas lo que podría llamarse el primer "contrato de trabajo" chileno, donde se comprometían a respetar condiciones mínimas de remuneración para sus propios indios de servicios. Ellas incluían el salario familiar, la jubilación por edad (cincuenta años), una pensión a la viuda en caso de fallecimiento del indígena, una jornada laboral limitada, auxilio médico, enseñanza gratuita, etc.

Naturalmente, estas últimas medidas no parecían muy compatibles con el hecho de poseer los jesuitas una notable cantidad de esclavos negros, pero esta contradicción moral era común en la época.

Con igual intensidad y energía se dedicaron al servicio religioso, al culto, a la confesión y a la enseñanza.

La acción de la iglesia en la colonia

En el plano religioso, en el Chile colonial la base de la organización eclesiástica eran los obispados de Santiago y Concepción. Desde tempranos años se contó con diversas órdenes religiosas: la Merced, San Francisco y la Compañía de Jesús. Una de las principales tareas de la Iglesia fue la conversión de los indios.

Desde el comienzo de la Conquista, la misión evangelizadora quedó en manos de los religiosos. El predicador iba con los ejércitos y el indígena apenas podía distinguirlo del conquistador, que diciéndose también apóstol del cristianismo, quería con el velo de la fe cubrir sus ambiciones, avaricias y crueldad. Para el misionero no resultaba fácil predicar sobre la caridad y la mansedumbre en medio del humo de la pólvora y de las espadas.


- ¿Cómo podían entender los indígenas la divina bondad de Dios mientras eran esclavizados por los encomenderos y los soldados los aplastaban bajo los cascos de sus caballos?

- ¿Cómo podían identificar los indígenas al sacerdote que les enseñaba el cristianismo y al soldado que les arrebataba sus bienes y su libertad?

Muchas veces confundía a los dos en un mismo odio y en una misma maldición.

La situación del indígena provocó serios conflictos entre la Iglesia y las autoridades. El jesuita Luis de Valdivia tomó como una empresa personal la protección de los indígenas contra los abusos de soldados y encomenderos. Los primeros seis jesuitas del grupo de Luis de Valdivia dieron el ejemplo y su acción evangelizadora costó la vida de los primeros mártires.

Iglesia San Francisco

Este edificio forma parte fundamental del patrimonio colonial de Santiago , siendo la construcción con la que se más comunmente se asocia la capital chilena.
Templo de adobe y piedra construido durante colonia, está ubicada a un costado de la avenida Bernardo O`higgins y contigua al centro histórico de la ciudad. Se destaca debido a que la construcción quedó insertada levemente sobre la calzada de la avenida . Esta avenida originalmente llamada La Alameda de las Delicias, es el eje central de la ciudad de Santiago, dividiéndola de Oriente a Poniente, es hoy la principal arteria santiaguina.

Dominicos, franciscanos y jesuitas


El clero, en esta época, comenzó a aumentar considerablemente. Solo en Santiago, a mediados del siglo XVII, existían 200 religiosos.
Los dominicos y franciscanos desarrollaron una labor misionera alrededor de los pueblos indígenas utilizando el convencimiento. Sin embargo y en contrapartida con los anteriores, también llegaron evangelizadores que solo hicieron riqueza en América.

Los franciscanos fueron los primeros en llegar a Chile, a los cuales se sumaron los agustinos, los mercedarios y los jesuitas. Estos últimos, gracias a la influencia del padre Luis de Valdivia y de la guerra defensiva, consiguieron extenderse en la región araucana.

La iglesia


Durante la época de la Conquista, los sacerdotes tenían como misión evangelizar a los indígenas y convertirlos al cristianismo, cumpliéndose con ello el propósito espiritual de la colonización.Los sacerdotes que se establecieron en Chile fueron capellanes de ejército, los que participaron en combates más de una ocasión. posteriormente, se dedicaron a convertir a los aborígenes sometidos tras dichas guerras, y otros fueron misioneros en tierras de Arauco.

La institución religiosa tuvo un papel muy importante en la colonización americana, especialmente en Chile. Los Reyes Católicos y sus sucesores estuvieron obligados a promover la evangelización, constituyendo el Patronato Real sobre la iglesia, por el que se aseguraba la remuneración en dinero hacia el clero, la construcción de iglesias, catedrales, conventos y hospitales.

El estrato religioso aumentó considerablemente. Solo en Santiago, a mediados del siglo XVII, existían 200 religiosos. Para la Corona era mucho más fácil “dar el pase a América” a las órdenes religiosas y no a muchos sacerdotes en forma individual.

La Iglesia como institución tuvo una importancia capital en el mundo colonial, compartió directa o indirectamente con las autoridades civiles las responsabilidades de gobierno. La Iglesia estuvo vinculada al Papado y a la monarquía. Los reyes en su calidad de católicos amparaban y apoyaban a la Iglesia, a la vez que tenían algunos derechos sobre ella. Es lo que se ha denominado
derecho de patronato.